LOS SIETE HÁBITOS DE LOS PROFESIONALES ALTAMENTE SATISFECHOS
Existe una serie tendencia en las empresas de crear programas organizacionales que desarrollen las actitudes de felicidad entre los empleados con el apoyo de la Psicología Positiva (Usted puede leer la Ciencia de la Felicidad en este enlace). Esto con el fin de lograr su mayor satisfacción en sus puestos e incrementar el compromiso hacia lo que hacen día con día.
Las investigaciones demuestran que los empleados felices son los mejores pagados, disfrutan de mayor seguridad en el empleo y tienen menos probabilidades de ausentarse por enfermedad.
Con el fin de impulsar, en su propio lugar de trabajo y con su equipo, la felicidad o la satisfacción, el experto en psicología positiva y autor de “La ventaja de la felicidad” Shawn Acor, sugiere tomar las siguientes medidas.
1. Empezar a creer.
Los estudios demuestran que las actitudes positivas son el combustible del éxito. Algunas formas para poner en marcha esas actitudes positivas pueden ser a través de la meditación diaria, el ejercicio físico con más frecuencia, planear gastar su dinero en paseos divertidos y no en cosas materiales.
2. Pensar otra vez.
Es mejor empezar a recalibrar el mundo y pensar que es un lugar en el que las oportunidades prevalecen sobre los obstáculos. Las personas que ven menos a su trabajo como un “trabajo” que quita el tiempo libre y comienzan a verlo más como una carrera que sirve a los demás, son exponencialmente más propensas a sentirse satisfechas y lograr el éxito.
3. Practicar las actitudes positivas.
Las personas exitosas hacen del pensamiento positivo un hábito. Es una buena práctica anotar diariamente tres cosas por las que se está agradecido o iniciar el día recordando las experiencias positivas. Pronto, la exploración de los positivo se convertirá en una segunda naturaleza.
4. Utilizar a su favor la falta de éxito.
Es mejor pensar en el fracaso como una oportunidad de aprendizaje. Se recomienda analizar cómo se manejó la situación y qué hacer diferente en un futuro, en lugar de culpar a los demás y alimentar la negatividad.
5. Concentrarse en metas pequeñas.
Diseñar metas pequeñas y manejables que se sabe que se podrán cumplir. Habrá que comenzar por articular la situación actual e identificar los aspectos del trabajo que están bajo su control. Una vez que se entienda lo que se pueda cambiar, diseñe un mapa de cómo llevar a cabo esos cambios poco a poco.
6. Usar la regla de los 20 segundos.
Practicar hábitos positivos durante 20 segundos hará más fácil el comienzo y más difícil la aparición de los malos hábitos. Los expertos recomiendan que si se llena a cabo las buenas prácticas durante 21 días, éstas se convertirán en hábitos.
7. Buscar el apoyo social.
No se refugie en su oficina cuando el trabajo se vuelva estresante. Invierta en las personas que le rodean. Empezar por sonreír y a decir “hola” en el pasillo. Ofrezca reconocimiento y gratitud a sus colegas. Pase más tiempo con sus amigos y familiares cuando se sienta mayormente estresado.
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